Hábitos insanos, abuso de sustancias, dependencias.
Para una información más completa ver 'Adicciones'
Síntomas
Consumo excesivo de sustancias
Consumo excesivo de pornografia
Consumo excesivo de sexo
Consumo excesivo de televisión
Consumo excesivo de juegos
Consumo excesivo de tecnología,
Etc.
En cualquiera de estos casos, los hábitos insanos, el abuso o la dependencia se caracteriza por ciertos patrones y sus efectos en la vida cotidiana:
Los factores detonantes de dichas conductas pueden ser muy variados, por ejemplo la sensación de aburrimiento, una contrariedad o frustración, un enfado, la abstinencia, el deseo de satisfacer un placer inmediato, el estrés, la ansiedad, una preocupación, etc.
En general, los mecanismos de generación del abuso o dependencia y de las conductas adictivas, son similares para cualquier tipología. En todos ellos, se produce el deseo e impulso de compensar con un placer inmediato y a través del circuito neurológico de recompensa, algún tipo de sensación o sentimiento de malestar/inquietud/miedo/frustración.
El deseo es el motor que impulsa la actividad humana. El deseo puede estar dirigido hacia aspectos externos al individuo o hacia aspectos internos. Por ejemplo: el deseo de tomarme un refresco tendría orientación externa; mientras que el deseo de coherencia entre mis objetivos y mis actos sería de orientación interna.
Los deseos orientados hacia el interior de uno mismo, tienen la ventaja de que su satisfacción depende en gran parte de nosotros mismos -por lo que nos generan mayor autonomía emocional y conductual- al tiempo que nos producen un enriquecimiento y bienestar más sólidos.
La satisfacción de los deseos orientados hacia el exterior, por el contrario, depende en gran parte del exterior, reduciendo nuestra autonomía, al tiempo que el placer o la satisfacción que provocan tienen un carácter efímero. Este efecto a corto plazo puede provocar otro deseo inmediato, para obtener similar placer, lo que me acaba generando una dependencia y un hábito que cada vez requerirá de mayor dósis (de lo que sea) y de mayor frecuencia, para obtener menor placer y mayor insatisfacción.
En algunas interpretaciones del budismo suele decirse que la felicidad es la ausencia de deseo. En realidad, trabajar hacia la ausencia de deseo es, en sí mismo, un deseo, el deseo de no desear nada, que es tanto como el deseo de ser capaces de vivir en la sencillez, en la aceptación de la vida y de uno mismo. Es un sano deseo.
©LolaSalinas 2025